Jamón y embarazo: ¿Se puede incluir el jamón ibérico en la dieta de las embarazadas?
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El alimento estrella de la dieta mediterránea y particularmente de la gastronomía española, el jamón serrano, al igual que otras carnes crudas o poco cocinadas son ampliamente permitidos durante el embarazo en aquellas mujeres que hayan padecido toxoplasmosis previamente, pero ¿pueden consumir jamón aquellas embarazadas que no hayan sido infectadas?
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa causada por un parásito llamado Toxoplasma gondii. Esta enfermedad se puede contraer por los siguientes mecanismos:
En líneas generales, se dice que, si una mujer no ha padecido toxoplasmosis previa al embarazo, debe evitar comer carnes crudas o poco cocinadas por el riesgo de contraer esta enfermedad durante el embarazo; sin embargo, investigaciones más recientes concluyen que este no es el caso para el jamón. De hecho, mientras más curado se encuentre el jamón, menor es el riesgo de contraer toxoplasmosis en el embarazo. Según diversos estudios, un largo proceso de curación, la sal y otros factores hacen inviable la supervivencia del parásito causante de la toxoplasmosis.
Además, si una mujer no ha padecido toxoplasmosis previa al embarazo, es improbable que, manteniendo un régimen dietético similar durante la gestación, contraiga la infección. Como dato adicional, los productos envasados de marcas de confianza que son obtenidos en supermercados y que han pasado rigurosos y exhaustivos controles de calidad, deberían estar libres de esta y otras enfermedades.
Una de las principales recomendaciones consiste en que el jamón debe haber sido congelado y luego descongelado previo a su ingesta. El parásito de la toxoplasmosis no resiste temperaturas de 20 ºC bajo cero durante 2 días o de 10 ºC bajo cero durante 3 días, por lo tanto, se pueden consumir productos que hayan sido congelados bajo estas temperaturas y período de tiempo, y que posteriormente se hayan descongelado lentamente.
La mayoría de los estudios que han analizado la presencia de toxoplasma en productos curados derivados del cerdo coinciden en el bajo porcentaje de positividad (presencia per sé del parásito en el medio) e infectividad (capacidad de invadir un organismo y provocar infección). Esto se debe al efecto de procesos como el salado, que reducen notablemente la viabilidad del toxoplasma. En este contexto, el jamón constituye un caso particular en comparación con otros productos, pues sufre un procesado más complejo:
El tiempo de curación del jamón supone un mecanismo importante de desactivación del parásito Toxoplasma gondii, lo que brinda confianza a la hora de comer el producto. Este proceso parece tener un papel muy importante en la reducción del riesgo: a mayor tiempo de curado, menor riesgo de infección.
En 2011, la revista Journal of Food Protection publicó los resultados de un estudio realizado por especialistas en Nutrición y Bromatología de la Universidad de Zaragoza sobre la relación entre el proceso de curación del jamón y la supervivencia del parásito de la toxoplasmosis en el producto. Para este estudio fueron evaluados cerdos naturalmente infectados por el parásito. Los jamones se analizaron después de 7 y 14 meses de curado, tiempo en que la empresa comercializaba el producto. Al final del estudio no se detectaron parásitos viables en el producto, concluyendo así, que el consumo de jamón supone un riesgo mínimo de adquirir toxoplasmosis.
Otro estudio, en este caso llevado a cabo por El Centro Tecnológico Andaluz del Sector Cárnico con apoyo de la Consejería de Innovación de la Junta de Andalucía, afirma que el consumo de jamón ibérico de bellota no es perjudicial para las embarazadas, ya que por su proceso de curación disminuye el riesgo de toxoplasmosis.
Con todo lo expuesto no podemos afirmar categóricamente que el jamón serrano no tenga ninguna capacidad infectiva, pero sí que la probabilidad de infección es ínfima.
Uno de los problemas que ven algunos expertos reside en que cuando una embarazada va a la tienda a comprar jamón, no encontrará especificado el tiempo de curación en la etiqueta del producto. Este dato debería hallarse siempre en el etiquetado, no únicamente para el caso de las embarazadas, sino también como información de importancia para el público en general.
Sin embargo, si se adquiere un jamón en un sitio de confianza y de una marca ampliamente conocida, que haya sido adecuadamente salado, procesado a temperaturas adecuadas y con un tiempo de curación elevado es muy poco probable que el jamón contenga el parásito y de ser así, que este haya permanecido vivo durante tanto tiempo.
En conclusión, podemos afirmar que cuántos más meses de curado tenga el jamón (14 - 24 meses o más), su consumo es más seguro. Así, si a alguna embarazada le provoca comer un buen jamón, puede hacerlo con tranquilidad, siempre teniendo en cuenta este mínimo de curación aconsejado para el producto.
¿Qué es la toxoplasmosis y quiénes la contraen?
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa causada por un parásito llamado Toxoplasma gondii. Esta enfermedad se puede contraer por los siguientes mecanismos:
- Exposición a excremento de gatos infectados,
- Ingesta de carne contaminada cruda o poco cocida,
- Uso de utensilios para cortar carne cruda contaminada,
- Beber agua contaminada, o
- Recibir trasplante de órgano o transfusión sanguínea proveniente de personas que tengan la infección.
En líneas generales, se dice que, si una mujer no ha padecido toxoplasmosis previa al embarazo, debe evitar comer carnes crudas o poco cocinadas por el riesgo de contraer esta enfermedad durante el embarazo; sin embargo, investigaciones más recientes concluyen que este no es el caso para el jamón. De hecho, mientras más curado se encuentre el jamón, menor es el riesgo de contraer toxoplasmosis en el embarazo. Según diversos estudios, un largo proceso de curación, la sal y otros factores hacen inviable la supervivencia del parásito causante de la toxoplasmosis.
Además, si una mujer no ha padecido toxoplasmosis previa al embarazo, es improbable que, manteniendo un régimen dietético similar durante la gestación, contraiga la infección. Como dato adicional, los productos envasados de marcas de confianza que son obtenidos en supermercados y que han pasado rigurosos y exhaustivos controles de calidad, deberían estar libres de esta y otras enfermedades.
Las carnes congeladas son más seguras
Una de las principales recomendaciones consiste en que el jamón debe haber sido congelado y luego descongelado previo a su ingesta. El parásito de la toxoplasmosis no resiste temperaturas de 20 ºC bajo cero durante 2 días o de 10 ºC bajo cero durante 3 días, por lo tanto, se pueden consumir productos que hayan sido congelados bajo estas temperaturas y período de tiempo, y que posteriormente se hayan descongelado lentamente.
El procesado del jamón y su infectividad
La mayoría de los estudios que han analizado la presencia de toxoplasma en productos curados derivados del cerdo coinciden en el bajo porcentaje de positividad (presencia per sé del parásito en el medio) e infectividad (capacidad de invadir un organismo y provocar infección). Esto se debe al efecto de procesos como el salado, que reducen notablemente la viabilidad del toxoplasma. En este contexto, el jamón constituye un caso particular en comparación con otros productos, pues sufre un procesado más complejo:
- Salazón de uno o varios días,
- Escurrido de 24 a 48 horas a 0 ºC,
- Secado de varios días a una temperatura entre 3 y 5 ºC, y
- Curado durante varios meses a temperatura entre 10 y 20 ºC.
Mayor tiempo de curación = menor riesgo de infección
El tiempo de curación del jamón supone un mecanismo importante de desactivación del parásito Toxoplasma gondii, lo que brinda confianza a la hora de comer el producto. Este proceso parece tener un papel muy importante en la reducción del riesgo: a mayor tiempo de curado, menor riesgo de infección.
En 2011, la revista Journal of Food Protection publicó los resultados de un estudio realizado por especialistas en Nutrición y Bromatología de la Universidad de Zaragoza sobre la relación entre el proceso de curación del jamón y la supervivencia del parásito de la toxoplasmosis en el producto. Para este estudio fueron evaluados cerdos naturalmente infectados por el parásito. Los jamones se analizaron después de 7 y 14 meses de curado, tiempo en que la empresa comercializaba el producto. Al final del estudio no se detectaron parásitos viables en el producto, concluyendo así, que el consumo de jamón supone un riesgo mínimo de adquirir toxoplasmosis.
Otro estudio, en este caso llevado a cabo por El Centro Tecnológico Andaluz del Sector Cárnico con apoyo de la Consejería de Innovación de la Junta de Andalucía, afirma que el consumo de jamón ibérico de bellota no es perjudicial para las embarazadas, ya que por su proceso de curación disminuye el riesgo de toxoplasmosis.
Con todo lo expuesto no podemos afirmar categóricamente que el jamón serrano no tenga ninguna capacidad infectiva, pero sí que la probabilidad de infección es ínfima.
Entonces, ¿las embarazadas pueden comer jamón?
Uno de los problemas que ven algunos expertos reside en que cuando una embarazada va a la tienda a comprar jamón, no encontrará especificado el tiempo de curación en la etiqueta del producto. Este dato debería hallarse siempre en el etiquetado, no únicamente para el caso de las embarazadas, sino también como información de importancia para el público en general.
Sin embargo, si se adquiere un jamón en un sitio de confianza y de una marca ampliamente conocida, que haya sido adecuadamente salado, procesado a temperaturas adecuadas y con un tiempo de curación elevado es muy poco probable que el jamón contenga el parásito y de ser así, que este haya permanecido vivo durante tanto tiempo.
En conclusión, podemos afirmar que cuántos más meses de curado tenga el jamón (14 - 24 meses o más), su consumo es más seguro. Así, si a alguna embarazada le provoca comer un buen jamón, puede hacerlo con tranquilidad, siempre teniendo en cuenta este mínimo de curación aconsejado para el producto.
Alles über spanischen Schinken
Inhalt
- 1 Die verschiedenen Arten des Pata Negra Schinkens
- 2 Wie solllte man einen Pata Negra Schinken verzehren
- 3 Das Schneiden von Pata Negra Schinken
- 4 Den Pata Negra Schinken richtig aufbewahren
- 5 Die ideale Mariage zu Pata Negra Schinken aus Eichelmast
- 6 Gesetz über die Qualität von Pata Negra Schinken
- 7 La Dehesa oder der Eichelhain
- 8 Die geschützten Herkunftsbezeichnungen des Pata Negra Schinkens
- 9 Nährwerteigenschaften des Pata Negra Schinkens
- 10 Rezepte mit Pata Negra Schinken
- 11 Der Unterschied zwischen Pata Negra Schinken und Serrano Schinken
- 12 Der Unterschied zwischen Pata Negra Vorder- und Hinterschinken
- 13 Der Unterschied zwischen Pata Negra Schinken und Serrano Schinken
- 14 Der Pata Negra Schinken und seine weltweiten Konkurrenten
- 15 Die Nährwerteigenschaften des Pata Negra Schinkens
- 16 Geschützte Herkunftsbezeichnung des Pata Negra Schinkens
- 17 Herstellungsgebiete des spanischen Schinckens und Pata Negra Schinkens
- 18 Pata Negra Schinken von Hand geschnitten oder maschinengeschnitten
- 19 Pata Negra Schinkenmuseen in der ganzen Welt
- 20 Die Verkostung von Pata Negra Schinken - alle Geheimnisse hier
- 21 Die Reiseroute des Pata Negra Schinkens
- 22 Die ideale Mariage zu Pata Negra Schinken aus Eichelmast
- 23 Die Herstellungsweise von Pata Negra Wurstwaren
- 24 Die Geschichte der Pata Negra Wurstwaren
- 25 Die Mehrwertsteuer auf spanischen Schinken: Fragen und Antworten
- 26 Der spanische Schinken in der Literatur
- 27 Aussergewöhnliches über Pata Negra Schinken
- 28 Serrano Schinken richtig aufbewahren
- 29 Die Qualitätsnorm des Serrano Schinkens
- 30 Die Herstellung von Serrano Schinken
- 31 Die Herkunftsbezeichnungen von Serrano Schinken
- 32 Die Nährwerteigenschaften von Serrano Schinken
- 33 Rezepte mit Serrano Schinken
- 34 Serrano Schinken - welche Sorten gibt es
- 35 Die ideale Mariage zu Serrano Schinken
- 36 Wie sollte Serrano Schinken richtig verzehrt werden
- 37 Wie schneidet man Serrano Schinken richtig
- 38 Das, was Sie schon immer über dir Verkostung von Pata Negra Schinken wissen wollten
- 39 Wie wählt man einen guten Schinkenhalter aus
- 40 Welcher Pata Negra Schinken ist der beste?
- 41 Ist der Begriff Pata Negra Schinken korrekt?
- 42 Pata Negra Schinken und der Eichelhain (Dehesa)
- 43 Los secretos del maridaje del jamón pata negra
- 44 Welchen Schinken sollte man am besten kaufen?
- 45 Warum ist guter Schinken so teuer?
- 46 Wie kauft man Schinken in Online-Shops?
- 47 Mythos und Realität, Vorteile und Vorurteile über Schinken
- 48 Macht Pata Negra Schinken dick?
- 49 Was machen wir mit dem Schinkenknochen?
- 50 Warum hängen Schinken von der Decke?
- 51 Schinken in der Schwangerschaft: Ist Pata Negra Schinken in der Schwangerschaft erlaubt?
- 52 Wie trägt Schinken zu Wachstum und Entwicklung des Kindes bei?
- 53 Tipps zur richtigen Aufbewahrung von Schinken
- 54 Formgebung von Schinken - Was ist das genau?
- 55 Neue Technologien bei der Verkostung von Schinken – Magnetresonanz und elektromagnetisches Spektrum
- 56 Das Pata Negra Schwein wandert aus
- 57 Wurstwaren: Ursprung, Zusammensetzung und Klassifizierung
- 58 Herstellung von Vorder- und Hinterschinken, erster Teil
- 59 Leitfaden zur Degustation von Pata Negra Schinken
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